26.2.09

GRUPO 2



Tras analizar la zona, sus usos e historia, llegamos a la conclusión de que un paseo tan significativo como es el Paseo de Recoletos, se ha convertido en un gran no-lugar. Nos fijamos en que es un mero sitio de paso. Bancos y oficinas dominan este área: sitios a los sólo se acude durante el día. No es un sitio “vivible”.


Sin embargo, en cuanto nos adentramos en cualquiera de las bocacalles, hay un cambio radical: el continuo y pesado ruido desaparece casi por completo, la afluencia de gente es mucho menor…Y aun así se respira la sensación de ser un sitio vivido; de hecho, lo es: zonas de residencia y comercio invitan a estar allí.



Quisimos plasmar esto en la maqueta con la construcción de un entramado en el barrio Salamanca, significando el flujo y tránsito de personas, que no sólo pasan, sino que viven la zona. En contraste, el flujo por el Paseo de Recoletos es totalmente lineal: nadie se detiene. Este paseo constituye una brecha para esta zona.



Por ello, nuestra propuesta se centra en acabar con esa brecha, comunicando ambos lados del Paseo. Para llevar a cabo esta unión, proponemos una serie de plataformas inspiradas en la reforma del High Line de Nueva York: unos “puentes” llenos de vida y circulación, con jardines y establecimientos, como continuación del parque del retiro en la ciudad.


Grupo 2: Andreas Benéitez, Jorge Calzada, Olga Donoso y Matilde Lorenzo

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