31.3.09

Tras varios intentos de crear una ciudad radical basada en la homogeneización de todos los aspectos de la ciudad actual, creemos que hemos llegado a un punto en el que deberíamos cuestionar nuestro planteamiento inicial.
Después del estudio de nuestra zona nos hemos dado cuenta de que la parte de Chueca que nos toca responde a una organización social de estratos, capas…
En el barrio que se nos ha dado para el análisis y posterior propuesta para este trabajo, se aprecian diferentes núcleos que funcionan de forma autónoma, por lo que se convierten en una especie de “burbujas” que se cierran sobre ellas mismas haciendo innecesario el contacto con el resto de la ciudad.

Nuestro concepto de ciudad radical es una ciudad en la que las comunicaciones interurbanas se favorecen, creando así una única ciudad y no un mero conjunto de partes.

Para conseguir esta comunicación en nuestra zona, pero que sería aplicable al resto de la zona de trabajo e incluso para el resto de Madrid, proponemos convertir nuestra ciudad compartimentada en una ciudad con polos, que funcionarían como los puntos de atracción de la nueva ciudad; se organizarían gremialmente (culturales, comerciales, etc.), de modo que ninguno fuera autosuficiente por sí mismo y fuera necesaria la relación y los flujos de uno a otro. Serían como los polos de un imán, que crean “líneas de campo”, sometiendo a toda la ciudad a su influencia conjunta.

Asimismo, las zonas de intersección de dos “campos” se convertirían en “sub-polos”, lugares de actividades conjuntas que dinamizarían aún más la ciudad.

Grupo 2
Mati Lorenzo
Olga Donoso
Jorge Calzada
Andreas Benéitez

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