Los nuevos dibujos continúan el hilo de la propuesta realizada anteriormente basada en el crecimiento de la ciudad mediante una retícula horizontal y vertical. Es algo semejante a las pasarelas con el añadido de que estas construcciones son habitables, tanto para uso privado (vivendas) como público (cultural, ocio, etc.). Además se pueden crear zonas verdes verticales y horizontales.
De esta manera es posible un crecimiento de la ciudad en cualquier dirección, se evita la expansión horizonal que propicia la descentralización de las ciudades y se crean numerosas redes que comunican los distintos puntos de la ciudad.
Al tratarse de una retícula con un volumen cuya anchura es aproximadamente el grosor de la calle, no se impide la entrada de luz al inferior, permitiendo que se desarrolle sin problemas la actividad en esta zona.
Como dijimos al principio, se trata de mantener la esencia de Madrid y hacer de ella una ciudad radical. Es importante recordar que una de las cualidades principales de Madrid es que es una ciudad con mucha vida en la calle. La retícula no debería ser una alternativa a la calle a ras de suelo, sino una extensión de la misma, pero a otra altura. Con una planificación adecuada de los usos que se dan a cada zona, ninguna parte tiene por qué caer en desuso.
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